ORACION EN TIEMPOS DE AFLICCIÓN



El servidor de Dios, oprimido por el pecado y angustiado por la muerte, pide ayuda a Aquel que es todo bondad.

Señor, inclina tu oído y óyeme, porque soy pobre y desamparado.

Protégeme, ya que soy devoto tuyo. 
Salva a tu siervo, ya que confía en ti.

Tu eres  mi Dios, ten piedad de mi, que te ruego sin descanso.

Alegra a tu siervo cuando a ti levanto mi alma.

Tu, Señor, eres compasivo y bueno, lleno de bondad con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración, presta oído al clamor con que te ruego.

A ti clamo en el día de mi pena, tu me respondes.

No tienes igual entre los dioses, Señor, y no hay obras como las tuyas.

Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor.

Para decir que tu eres grande y haces maravillas: tu solo eres Dios.

Dios mío, enséñame tus caminos, para que así ande en tu verdad; pon en mi corazón el temor a tu Nombre.

Yo te celebrare con toda el alma, y glorificare tu Nombre eternamente.

Porque tu piedad conmigo ha sido grande, me sacaste del abismo de la muerte.

Oh Dios, los soberbios me atacan, una banda de violentos busca mi muerte; son ente que no te hace caso.

Pero tu, señor, Dios mío, eres bueno y compasivo, lento para enojarte pero rico en bondad.

Mírame y apiádate de mi, dale fuerza a tu siervo y salva al hijo de tu sierva.

Demuéstrame tu bondad y que mis enemigos se avergüencen, Señor, al ver que tu me ayudas y me consuelas.

 ¿Lo compartes? Dios Te Bendiga

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