ORACION PARA OBTENER LA SABIDURIA

Dios de nuestros padres, Señor de misericordia, por tu Palabra hiciste todas las cosas, y por tu Sabiduría formaste al hombre para que domine a todas las criaturas por debajo de ti, para que gobierne al mundo con santidad y justicia, y tome sus decisiones con recta conciencia: dame pues la Sabiduría que comparte tu trono, y no me excluyas del numero de tus hijos.

¡Mírame, soy tu sirviente, el hijo de tu esclava, un hombre débil cuya vida es breve, demasiado limitado para comprender la justicia y las leyes! Ni siquiera el mas perfecto de los hombres será algo sin la sabiduría que viene de ti.

Me elegiste como rey de tu pueblo, como juez para tus hijos y tus hijas. Me has dicho que te construya un templo en la montaña santa, un altar en la ciudad donde habitas, a semejanza de esa tienda celestial que habías preparado para ti desde el principio.

Junto a ti esta esa sabiduría que conoce todas tus obras, que estaba contigo cuando hacías el mundo, que sabe lo que le agrada y esta de acuerdo con tus mandamientos.

Haz que descienda desde el cielo donde todo es santo, envíala desde tu trono glorioso, para que este a mi lado en mis trabajos y sepa lo que te gusta.

Porque ella todo lo conoce y lo comprende; ella me guiara con prudencia en todo lo que haga, y su majestad me protegerá.

Entonces te serán agradables mis obras, gobernare a tu pueblo con justicia, y seré digno del trono de mi padre.

¿Quien, en realidad, podrá conocer la voluntad del Señor? ¿Quién se apasionara por lo que quiere el Señor?

La razón humana avanza tímidamente, nuestras reflexiones no son seguras, porque un cuerpo perecible pesa enormemente sobre el alma, y nuestra cascara de arcilla paraliza al espíritu que esta siempre en vela.

Si nos cuesta conocer las cosas terrestres, y descubrir lo que esta al alcance de la mano, ¿Quién podrá comprender lo que esta en los cielos?


Si nos cuesta conocer las cosas terrestre, y descubrir lo que esta al alcance de la mano, ¿Quién podrá comprender lo que esta en los cielos?

¿Y quien podrá conocer tus intenciones, si tu no les has enviado primero la Sabiduría, o no les has enviado de lo alto tu Espíritu Santo? Así fue como los habitantes de la tierra pudieron corregir su conducta; al saber lo que te agrada, fueron salvados por la Sabiduría.


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