EL PODER DE LA ORACION



Jesús nos invita a pedir con perseverancia, sin cansarnos nunca, sino mas bien como cansando a Dios .

No siempre nos dará Dios lo que pedimos y en la forma que lo pedimos, ya que no sabemos lo que nos conviene.
Pero nos dará Espíritu Santo, es decir, una visión mas clara de su voluntad y al mismo tiempo, animo para cumplirlas.

Al que llama se le abrirá la puerta, Como comentario de esta frase, ponemos a continuación una pagina del Padre Molinie:

Si Dios no abre de inmediato, no es porque le guste hacernos esperar. Si debemos preservar en la oración, no es porque sea necesario un numero determinado de invocaciones, sino porque se requiere cierta calidad, cierto tono de oración. Si fuéramos capaces de presentarla de entrada, seria inmediatamente escuchada.





La oración es el gemido del Espíritu Santo en nosotros, como lo dice Pablo. Pero la repetición es necesaria para que este gemido se haga un camino en nuestro corazón de piedra, lo mismo como la gotera desgasta la roca más duras.


Con repetir persevera mente el Padre Nuestro o el Ave Maria, podemos esperar que alcanzaremos algún día a rezarlo en un tono tal que se armonice perfectamente con el deseo de Dios. El mismo esta esperando este gemido que es el único que puede conmoverlo, porque, en realidad, salió de su propio corazón.

Mientras no hayamos alcanzado a tocar esta nota, o, mas bien, a extraerla de nosotros, Dios no puede ser vencido. No porque Dios se defienda, sino porque El es pura ternura y fluidez, y mientras no exista algo semejante en nosotros, la corriente no pasa entre El y nosotros.

El hombre se cansa orando, pero, si persevera en vez de desanimarse, depondrá poco a poco su soberbia hasta que, agotado y vencido, consiga mucho mas de lo que hubiera podido desear.


¿Lo compartes? Dios te Bendiga

No hay comentarios:

Publicar un comentario