¿Cómo viene?, ¿como vendrá a nosotros si nuestra suerte es morir antes del día de su venida gloriosa?
Es verdad que debemos esperar este encuentro con el Señor en el momento de la muerte; sin embargo, Jesús viene a nosotros de mil maneras mientras lo esperamos , haciendo nuestro trabajo.
Nuestro trabajo, o nuestro compromiso con Cristo es, por una parte, nuestro compromiso con la comunidad cristiana . Es nuestra participación en la oración común , en la eucaristía, en la catequesis, y en otras cosas semejantes. Y trabajando en estas obras, estamos en pie para esperar a Jesús. Presenciamos su venida en tal o cual de nuestros hermanos que se abre a la fe; viene a nosotros dándonos fuerzas y sabiduría; viene en la oración, dándonos la certeza intima de su presencia....
Pero también bien Cristo en la historia. Los profetas no se cansaron de repetir que los acontecimientos que trae alguna novedad, también traen al Señor. A veces viene con su resurrección , a través de los hechos felices que traen vida y alegría, mas justicia y esperanza para los pobres . Otras veces viene con su pasión y su muerte. Por eso hay otra manera de esperar a Cristo, propias de los laicos cuando se dedicaban a la formación de un hogar cristiano, cuando participaban en obras comunitarias o en contiendas políticas. Para los laicos , la mayor parte de su compromiso con Cristo no están dentro del ámbito eclesiástico, sino en las tareas del mundo. Ahí es donde deben trabajar cada cual en su puesto y estar despiertos.
Despiertos para no desanimarse, para resistir la corrupción del ambiente y las sugerencias del espíritu malo. Despierto también para seguir esperando a Cristo. Pues muchos han empezado con generosidad, tomando compromiso para bien de los demás; pero al no tener los ojos puestos constantemente en su Señor, se les oculta la meta y no llegan a ser mas que administradores y activista. Están comprometidos con obras y movimientos, pero no con el mismo Señor. De ahí que su vida esta llena de contradicciones. Durante un tiempo hacen maravillas, y de repente fallan, Hacen cosas útiles, pero no advierten la hora en que debería dejarlas para seguir otro camino. Hacen su propia obra, pero no dejan que Cristo se adueñe de su mente, de su corazón, de su vida entera.
No sucede lo mismo con lo que están despierto por su intermedio, Cristo viene a los hombres.
¿Lo conpartes? Dios Te Bendiga
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